8.12.2009

Alika no es Alicate


Alika, fuera de la rima en piloto automático, le rugió una vez más al sístema.Bastaron tres personas arriba del pequeño escenario de City Bar Martinez para movilizar a todos los concurrentes del viernes. La espera valió la pena: Alika & Nueva Alianza proporcionó veintiún pegajosas y contundentes canciones.

"Se va a acabar esa costumbre que tienen de matar, Galang" cantó entre otras rimas la dulce voz de la Oriunda de Montevideo admirada detrás de la valla de cañas que separaba a los artístistas del resto de los mortales aglutinados en el galpón.La música invitaba a los concurrentes a bailar muchos se le animaron a la musculosa desafiando al termómetro. Otros se agolparon a la barra a la espera de ser atendidos con la mejor voluntad.La gente entró al bar desde las doce y con su entrada accedió a un show de cuatro bandas a lo largo de toda la noche. La Purga fue la primera que se encargo de calentar el ambiente tocando temas de su primer CD "Justicia, sangre y poder" y dos covers de Sumo: "No tan distintos (1989)" y "El Reggae de paz y amor" con gran aceptación de los espectadores.Seguidito no más vinieron los chicos de Escuela de la Calle que trajeron ska a Martinez con canciones como " Asacdo de Merluza", "Varieté" y hasta una en homenaje al celebre, mediocampista de Independiente, Raúl Ricardo Bochini. Más tarde. se escucharon acordes que recordaban a África a cargo de Rey Fénix quienes dejaron a la gente expectante por el cierre de la noche a acargo de Alika.Alicia Del Monte se mezcló entre la gente hasta llegar al escenario que la haría cantar durante dos horas. Su encantadora risa no hace olvidar las letras con las qué se dirige a su público. Desde la sinceridad y la protesta comenzo su show con el tema "Una demanda". Un tema digno de presentación para una mujer que no tiene problemas en ponerse los pantalones holgados en un mundo de hombres. Una mujer que no tiene pelos en la lengua para cantarle a otra mujer en "Señora Presidenta". Una Mujer que ruge y que dan ganas de oir.



* Párrafo aparte se merecen la gente del local: unos garcas que disfrutan de boludear a la gente tanto en la barra, como en el guardarropa, hecho que se refleja también en las instalaciones ( una opción que invita sin dudas al asinamiento y al uso de baños deplorablemente sucios y diminutos). No paso hace mucho Cromagnon para que nos olvidemos, muchachos.