5.12.2009

Zake y Pa´ella Virgen por primera vez juntos


Fue en el marco de los recitales a beneficio del “Hospital Nacional José Tiburcio Borda” que organizan los chicos de Zake. Traé tu ropita el domingo y colaborá.


¿Qué pasa cuando unimos el solcito de las 4 de la tarde, buena música y solidaridad? Obtenemos lo que ocurre cada domingo en la Plaza Francia frente al “Palais de Glace” con los chicos de Zake al ritmo de funk y el reggae. Para esta fecha comparten la vereda con un grupo amigo, los chicos de Pa´ella Virgen, quienes también se animaron a tocar “acústizados”.
Sobre un farolito, de aquellos donde en el pasado se recostaba un tanguero, se sostenía un globo-pelota blanco de la banda con la dirección de su página wed: www.zake.com.ar . A su derecha sobre el pasto y la tierra seca se desparramaban los instrumentos, los músicos y sus familiares. En el frente una lomita verde oficiaba de platea para las personas diseminadas en pequeños grupos, que compartían mate con bizcochitos traídos de casa o alguna cervecita, empanada casera o garrapiñada que ofrecían los vendedores ambulantes que gritaban sus productos en medio de las canciones. Un público enriquecido por los transeúntes, conductores o hasta turistas, que observaban desde lo alto de un colectivo de doble piso y sin techo, que circulaba por la Avenida Alvear.
En el “escenario”, un pelado con camisa a rombos verdes brillantes, anteojos de sol náuticos al tono y gorrito marrón llama la atención. Maximiliano “Max” Araujo, el cantante de Zake es un showman que pide aplausos tanto como la colaboración con ropa en desuso para el “Hospital Nacional José Tiburcio Borda”. Lo viene haciendo hace un mes, nos cuenta, para poder seguir tocando mientras ultiman detalles de su próximo disco.
Una labor solidaria que presenta sus altibajos, como el de este domingo que resulto en baja ya que no se consiguió ninguna prenda para el neuro-psiquiátrico. Max se muestra optimista admite que a veces la gente se renueva y el no saber un domingo se transforma, el fin de semana siguiente, en nuevas donaciones.
A contrapelo de las dificultades técnicas como el viento y la distancia entre los músicos y los espectadores, Zake y Pa´ella se hicieron notar. Tal es así que hasta un bebé que apenas daba sus primeros pasos se animó a bailar, frente a la mirada embelezada de sus jóvenes padres.
El show callejero obliga a prescindir de muchas cosas pero sin duda aumenta la creatividad. El batero de Zake, Joseph Ureta la puso en marcha y llevo su instrumento hecho con 2 tachos plásticos de pintura de 20 litros reciclados, un pie y dos mini platillos. Un invento barato y fácil de transportar, a partir de la posibilidad de encastre de estos “bombos sin parche”. Junto a la insólita batería se escucho también un contrabajo, que según Max da un toque “Freacky a las canciones”. A la propuesta de Zake de dos guitarras, un contrabajo y una batería, Pa´ella sumo un acordeón y una trompeta para su actuación.
El público siguió atento a las palmas y se animaba a cantar los cover más conocidos: como “I wanna be love you” de Bob Marley que eligieron los organizadores de la fecha, o las versiones de “Mi novia se cayó en un pozo ciego” de Los Fabulosos Cadillacs, y “Bajo de mar” de la película infantil “La sirenita” que ofrecieron los chicos de la Virgen. Un hallazgo de la empresa del ratoncito que la banda convirtió en hit de sus actuaciones, tanto como el saltito de José Gotte, su histriónico cantante.
“¿Y ahora que van hacer?” grito a los estáticos espectadores Gotte que lo observaban mientras acomodaba los equipos en el cierre de la tarde. ¿Qué vamos a hacer? Sin duda fue una jornada para recordar, recomendar y sobre todo para ayudar, se está a tiempo todavía. Los chicos de Zake nos esperan ahí todos los domingos.